Los celos son muy frecuentes entre los/as niños/as, en especial tras el nacimiento de un hermano/a. El bebé es visto como una posible amenaza, como un rival que le recorta el tiempo compartido, el cariño y el cuidado de los padres.
Estos celos además son favorecidos por las dudas y la propia inseguridad. Ante el temor de no ser correctamente atendido, el/la niño/a reacciona con rivalidad hacia el nuevo bebé. Para evitarlos, es importante no cambie la relación que tiene con el hijo o la hija que nació primero, y que le dedique un tiempo y unos momentos especiales.
Los celos son, en muchas ocasiones, también inevitables entre hermanos de distintas edades, hacia algún familiar, y es aconsejable mediar para explicar las situaciones incómodas que provocan esos celos. Al igual que es muy importante, en las situaciones que ya sabemos de antemano, no favorecer ni reforzar esos celos por parte de los adultos. |
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