El texto recogido, a continuación, explica sencilla y claramente el estado de angustia que puede sufrir su hijo/a a distintas edades si les amenaza o les atemoriza sin motivo real.
Libro Poquito a Poquito (Pág. 286)
El niño nace sin temor, sin miedo a nada, confía totalmente en las personas que le rodean. Pero a medida que va creciendo, aparecen los temores, el miedo.
Ante algunas experiencias que pueden suponer un peligro real, es natural que el niño tenga temor y las evite; pero no es normal que el niño desarrolle su vida en un ambiente de temor al castigo, al coco, al médico que le va a poner una inyección sino es bueno y cosas similares.
Todas estas amenazas suponen un estado de angustia del niño muy difícil de superar. Y es así como los niños empiezan a dormir mal, a tener pesadillas, a despertarse gritando, a volverse llorones, nerviosos, inseguros.
Observe bien el sueño de su hijo/a, su estado de ánimo durante el día y su actitud al irse a la cama. Si nota algún problema consulte siempre a su pediatra. |