Todos los/as niños/as, antes o después, se interesan por el sexo y empiezan a hacer preguntas sobre la sexualidad. Entonces los papás se arman un lio, le dan respuestas confusas o le dicen que es muy pequeño y que eso lo aprenderá más tarde. Por lo general los padres eluden la respuesta directa dejando así una gran confusión e interrogantes en el niño.
Sus hijos/as preguntarán lo mismo a otras personas, a sus amigos, y al no encontrar respuestas claras, comenzará la sospecha, la malicia y pensarán que el sexo es malo.
No evite las preguntas de sus hijos/as. Dé la respuesta más sencilla y clara teniendo en cuenta su edad y su capacidad para comprender lo que se le está diciendo. |
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